Gatuna del mes, Elizabeth Taylor

Es difícil saber quien es más hermoso, si ella o su gato siamés, aquí les dejo dos fotos de Elizabeth Taylor en distintos momentos retratada con al parecer uno de sus compañeros favoritos, los gatos.

Una gata que no es la protagonista, pero si la razón de ser de Pepe Le Pew

En los dibujos animados los gatos se han interpretado en forma muy diversas, tanto las épocas y sus creadores distan, unidos solo por la pasión de invocar algunos de los rasgos de estos felinos. Inmortalizados en la memoria colectiva,  la mayoría que asaltan a mi mente forman parte de mi infancia, crecí viéndolos sin advertir aún la fascinación que les sentiría. Aquí recuerdo uno de ellos, a la inocente Penélope.

Está gatita negra es la enamorada del zorrillo Pepe Le Pew, que nace de la serie animada Looney Tunes de la Warner Brothers. Pepe es francés y usa todo su encanto para conquistar a Penélope por creer que es una zorrilla, porque en cada capitulo por algún accidente la gatita es pintada con blanco sobre su pelaje negro emulando a un zorrillo, y él al verla queda flechado a primera vista, pero la gata con solo sentir su olor huye desesperadamente de sus brazos durante todo el episodio. Definitivamente un amor imposible.

Su creador Chuck Jones muy diferente a Pepe Le Pew, era de carácter tímido y muchos de los que trabajaban en Warner les llamó mucho la atención y no esperaban de él un personaje así. Entres sus creaciones más populares fueron El Coyote y el Correcaminos y Pepe Le Pew en 1945. Este zorrillo y su amada Penélope fueron protagonistas del corto "Por razones sentimentales" por el cual Chuck ganó un premio Óscar en la categoría de mejor corto de animación, en el año 1949. Definitivamente podemos decir que esta linda gatita y su enamorado zorrillo viven un amor imposible y un éxito de su creador al  darle vida a un eterno y encantador conflicto.

La vida de Pi, real o fantástica

 

Muchas veces me encuentro dando vueltas antes de ver películas del género fantástico, aunque tenga las mejores críticas,  no me atrae tanto, pero me ha pasado que cuando me aventuro, en algunos casos quedo fascinada. Así me pasó con “La vida de Pi” película de Ang Lee. Es de esas historias que te dejan pensando, discutiendo y compartiendo la experiencia con otras personas, de esas que te hace dudar, indagar, reflexionar, y es que esta cinta precisamente plantea la duda, como en general pasa cuando se habla de fe, de la elección de creer o no. Cómo una tragedia como la de Pi puede ser contada con tanta belleza, el destino de un joven hindú que naufraga perdiendo a toda su familia. La respuesta es un buen libro y una buena película, que te permite decidir entre quedarte sólo con lo fantástico, con pensarla y aún sabiendo más de ella elijas la magia. Es la elección de creer, de vivir y seguir adelante apoyado en la fuerza interior, en tu fe.

El cine le ha dado mucho valor a las historias basadas en hechos reales a la hora de premiar, y no está mal, es una ventana de personas que inspiran o aborreces y momentos de cambios y transformaciones de vidas o no, de entornos que nos sorprende en su bien o en su mal, su crudeza o beldad, sin embargo, valoro mucho también cuando el cine nos muestra su ventana mágica, llena de arte y belleza, esas historias únicas, que salen exclusivamente de la mente o mentes de personas que convierten sus personajes  en historias reales, dando paso a una nueva vida y voz de seres de la invención de la imaginación.

“La vida de Pi” te muestra también la capacidad creativa y mágica de contar historias, y así lo logró el canadiense Yann Martel en una novela fantástica de aventuras y Ang Lee como director cinematográfico. No he visto todas sus películas, pero las vistas hasta ahora me hacen respetar, admirar y seguir a este creador. Celebro principalmente sus Oscars ganados como mejor director y mejor fotografía. El libro no ha llegado a mis manos, mas en algún momento revisaré estas letras de Martel. En fin, el séptimo arte en su poder de imagen, cuando se alza con un tema profundo apoyado con lo fantástico, definitivamente logra con belleza tocar el alma.

Aquí les dejo el tráiler de "La vida de Pi".

Recordando la película Dirty Dancing

Escuché en estos días la canción “(I've Had) The Time of My Life”, y enseguida rememoré cuando llegó en video la película Dirty Dancing y mi mamá no me dejó verla porque no era acta para menores de 13 años, que frustración para mí en ese entonces, porque el baile y la música me ha fascinado desde que tengo memoria.

Sé que muchas veces estas historias de baile no abarcan más que contar una historia de amor casi siempre ligada a algún tipo de competencia de baile. Una excusa tras otra excusa, para ver coreografías y sueños que se cumplen en ese camino de mucho esfuerzo, ensayo y expresión del cuerpo vibrando por la música. Aquí no se trata de una competencia pero si del primer amor, al menos para Baby.

Una vez que pude ver este clásico de la década de los 80 fue mi obsesión de la adolescencia, tanto que no llevo la cuenta de las veces que la vi y también amé su banda sonora. Esta historia se desarrolla en la década de los 60, época que me atrae en parte por la sinceridad y la ingenuidad de sus sonidos, sus canciones, más en Dirty Dancing sin apartarse del romance rosa, ingenua precisamente no es.

Esta impregnada de mucha sensualidad y sus protagonistas Patrick Swayze y Jennifer Grey fusionaron tan bien como pareja romántica que traspasó las pantallas y el éxito no se hizo esperar en este film lleno de anécdotas y obstáculos, que hasta los productores quedaron sorprendidos de su arrolladora taquilla. De hecho en algún momento durante las primeras proyecciones de prueba fueron tan fatales que Aaron Russo uno de los productores llegó a decir: "Quememos los negativos y cobremos el seguro". 

Los protagonistas discutían a cada momento, la lluvia no permitía rodarla y el presupuesto era muy ajustado. Qué la hizo brillar, las ganas de sus creadores, cuando ya era insoportable las disputas entre Patrick y Jennifer, los sentaron y coloraron el video de prueba donde los dos ansiaban tanto hacer la película que las chispas saltaban pero no de rabia, sino de pasión, química y alegría, ambos reaccionaron y se dieron tregua para terminar el rodaje en armonía.

No imagino la película sin ellos. Nunca vi a un bailarín masculino brillar tanto como lo hacia Patrick Swayze, ella logró muy bien su papel de Baby y la banda sonora fue tan exitosa como la película, tanto así que se llevó un Globo de Oro y el Oscar como Mejor canción original, con el tema de la escena final. Definitivamente Dirty Dancing guarda un lugar notable en la historia del cine para este tipo de cinta y guarda un lugar especial para todos los que la disfrutamos.

Aquí les dejo una de las escenas:

Musicales premiados en los Oscars, ¿será el turno de “Los Miserables”?

Musical "Los Miserables"

A propósito de la entrega 83 de los Oscars de este año 2013 que incluirá una celebración especial a musicales fílmicos de los últimos 10 años, recordaremos algo más de ese camino musical. Desde el surgimiento del cine sonoro dio un giro en las películas convirtiéndolas en su mayoría en grandes musicales, combinando con este nuevo género la actuación, el canto y el baile. Para los actores no era suficiente actuar sino también debían cantar y bailar. La actriz Judy Garland, fue de esos talentos que no entraba en los estándares de belleza de la época, pero que aun así se impuso por su potente voz, ésa era la premisa de Hollywood y la producción de musicales se mantuvo por un largo período. Su mayor esplendor fue en la década de los 50 y 60, con la mayor cantidad de musicales premiados por la academia como: "Un Americano en Paris" (1951), "Gigi" (1958), "Amor sin Barreras" (1961), "Mi Bella Dama" (1964), " La Novicia Rebelde" (1965) y "Oliver" (1968). 

"La Novicia Rebelde"

Con “Cabaret” (1972) se dejaba atrás una historia de musicales, en los 70 decae este género dando paso a la audacia de nuevos directores, aunque se recuerdan musicales que si bien no fueron merecedoras de premios éstas se mantienen en el recuerdo del colectivo, como “Grease” (1978). Ya casi desaparecido los musicales, en el 2000 irrumpe con fuerza “Moulin Rouge” (2001) que supuso un regreso o más bien una valoración de este género, y obtuvo ocho nominaciones incluyendo mejor película, ganando sólo mejor vestuario y mejor dirección de arte, pero una año más tarde “Chicago” (2002) le devolvió el Oscar al musical como mejor película.

"Moulin Rouge" (2001)  y  "Chicago" (2002)

 Hoy se mantiene como un género esporádico, pero con grandes posibilidades, de que si su calidad se impone, ganar. Este año es el turno de la adaptación de la famosa novela de Victor Hugo “Los Miserables” dirigida por Tom Hooper, que ya se alzó con un Globo de Oro. La pregunta es, ¿el Oscar también la premiará? Lo cierto es que el musical es un género que ha demostrado su calidad y capacidad de llegar al espectador de cualquier época y que definitivamente no desaparecerá, siempre podrá reinventarse y gozará sus momentos de gran brillo.

Aquí les dejo el trailer de "Los Miserables".

Azul y no tan rosa del cine venezolano

Película: Azul y no tan Rosa

Estoy de acuerdo en apoyar al cine venezolano, aunque lo que más me gustaría es que cuando entro a una sala a ver una película venezolana, más que por apoyo sea porque me ofrece una buena historia, bien escrita, una dirección acabada, verosímiles actuaciones, música que te haga volar, una dirección artística y de fotografía que nos adentre a ella sin esfuerzo, que presente temas diversos, profundos y sobre todo creíbles, que al salir del cuarto oscuro me lleve la sensación y emoción de haber disfrutado de una muy buena película que me hizo vivirla, enternecerme, enfurecerme y reflexionar. Que su lenguaje artístico se repita en mi mente con una sensación satisfactoria de haber disfrutado la experiencia del cine. 

El cine venezolano esta aún muy lleno de aquella justificación y comprensión de que no se puede esperar tanto de él, por eso hay que juzgarlo como tal aceptando sus fallas por condescendencia. Error, el cine venezolano ha demostrado que si puede ser de calidad, y que sí, hay que seguir apoyando pero exigiendo esa calidad que si es plausible en nuestras salas.

Está película de Miguel Ferrari, es uno de esos ejemplos, si bien no es una historia novedosa, porque hablar de discriminación, la intolerancia, la homosexualidad, la familia, la violencia no son temas nuevos en el cine, porque realmente ninguno lo es en las relaciones humanas, en su planteamiento es la diferencia, en como logre deslumbrarnos, ese es el arte, contar lo mismo de otra forma, con otros personajes, con otros matices que hace de la pieza única y original.

Que bueno que hemos apoyado nuestro cine para que siga creciendo y ofreciendo cada vez más lejos de los clichés historias reales y con personajes de la vida. Azul y no tan rosa, la recomiendo, muy buena producción nacional, entré por apoyo y salí realmente disfrutando lo que me ofreció, estamos en el camino de algo diferente y de calidad.

Aquí les dejo el tráiler.

La Peste de Albert Camus, reflexiones

La Peste, es definitivamente un periodo oscuro, triste, vacío, donde reina la soledad, el hastió, la falta de una razón de ser. La esperanza es lo único capaz de vivir en un mundo así, donde lo reinante es el dolor y la muerte. El hombre es la vida animal más extraña que existe, vive de ideas más que de vivir, de sueños más que de realidad y muchas veces más de mentiras que de verdades. Aunque el pensamiento humano pareciera ser tan amplio, si analizas o tratas de revisar sus impulsos te das cuenta de que es tan simple.

La esperanza de un ser, la esperanza de vivir, la esperanza de ser feliz son motores para vivir y en la mayoría de las veces se deja de confiar en ese don tan complejo que es la vida. Pero cuando esa esperanza asalta firmemente nuestras mentes y corazón, se vuelve real, se vuelve magia y nos hace capaces de disfrutar ese regalo que ilumina la vida, la razón de ser. En la sonrisa de un niño, en el cielo soleado, en el sonar del agua correr apacible, en el olor de las flores, en el abrazo de alguien esperado, en la lluvia amable, en el amargo de un limón, en un dulce  beso. En una sonrisa. Cuando se hace algo por el bien de alguien más. En una mirada agradecida.  En los sabores. En un cielo estrellado, en la suave brisa en tu rostro.

Cuando se encuentra ese instante de felicidad siempre es algo tan simple, y en esos momentos se es feliz, en esos momentos se confía en la vida y queremos ser, simplemente ser.