Muchas
veces me encuentro dando vueltas antes de ver películas del género fantástico, aunque
tenga las mejores críticas, no me atrae
tanto, pero me ha pasado que cuando me aventuro, en algunos casos quedo
fascinada. Así me pasó con “La vida de Pi” película de Ang Lee. Es de esas historias
que te dejan pensando, discutiendo y compartiendo la experiencia con otras
personas, de esas que te hace dudar, indagar, reflexionar, y es que esta cinta precisamente
plantea la duda, como en general pasa cuando se habla de fe, de la elección de
creer o no. Cómo una tragedia como la de Pi puede ser contada con tanta belleza,
el destino de un joven hindú que naufraga perdiendo a toda su familia. La
respuesta es un buen libro y una buena película, que te permite decidir entre quedarte
sólo con lo fantástico, con pensarla y aún sabiendo más de ella elijas la
magia. Es la elección de creer, de vivir y seguir adelante apoyado en la
fuerza interior, en tu fe.
El
cine le ha dado mucho valor a las historias basadas en hechos reales a la hora
de premiar, y no está mal, es una ventana de personas que inspiran o aborreces
y momentos de cambios y transformaciones de vidas o no, de entornos que nos
sorprende en su bien o en su mal, su crudeza o beldad, sin embargo, valoro
mucho también cuando el cine nos muestra su ventana mágica, llena de arte y
belleza, esas historias únicas, que salen exclusivamente de la mente o mentes
de personas que convierten sus personajes en historias reales, dando paso a una nueva
vida y voz de seres de la invención de la imaginación.
“La
vida de Pi” te muestra también la capacidad creativa y mágica de contar
historias, y así lo logró el canadiense Yann Martel en una novela fantástica de
aventuras y Ang Lee como director cinematográfico. No he visto todas sus
películas, pero las vistas hasta ahora me hacen respetar, admirar y seguir a
este creador. Celebro principalmente sus Oscars ganados como mejor director y
mejor fotografía. El libro no ha llegado a mis manos, mas en algún momento
revisaré estas letras de Martel. En fin, el séptimo arte en su poder de imagen,
cuando se alza con un tema profundo apoyado con lo fantástico, definitivamente logra
con belleza tocar el alma.
Aquí
les dejo el tráiler de "La vida de Pi".